sábado, 21 de mayo de 2016

RECORRIDO HISTÓRICO DE LA CREENCIA FILOSÓFICA EN LA RELIGIÓN



Vamos a pensar en la antropología, como la ciencia “que estudia al hombre en su integralidad”, con esa base, realizaremos el recorrido de esta ciencia a través de la historia, con el fin de dar cortos rasgos de los  filósofos de que han opinado de esta ciencia.

La sociología la utilizaremos, como ciencia, que emplea, la relación “con su contexto social, de modo que a analiza los fundamentos teóricos y conceptuales de las Ciencias Sociales como la Sociología, economía y Antropología”, en el interés de conocer como es el comportamiento social de la religión a nivel global.

El hombre, siempre ha tenido el interés de relacionarse, entre sí , en saber conocer sus hábitos, costumbres, como se relaciona la cultura en medio de él mismo, todo se remonta al pensar en el mito en querer conocer el mito, por medio de la fantasía, del preguntarse del porqué de las cosas, con el fin de progresar y emplear medios de adorar a su dioses, en eso según la antropología sociológica, han emplearon gran variedad ritos con el fin de conocer su dioses y creencias, por eso se habla de los Tótem, ellos son reprentaciones de habilidades de los animales en el ser (es) supremo (s), en la adoración, en el ir a conocer el más allá entre otras cosas.


En la antigua Grecia, Platón (427-347 A.C) quien hizo la reflexión sobre el Estado y la organización más deseable de los individuos en el seno del mismo. Sin abundar demasiado en la teoría platónica del Estado ideal y del Filósofo Gobernante, donde se apreciaba una importante dosis de determinismo, a saber, la idea de que la función social y el estrato en el que se alojará al individuo venían predeterminados y vinculaban a un individuo a un modo de vida y una labor en concreto en el seno del grupo, diremos que se trata más bien de una teoría utópica o ideal conforme a la filosofía del autor ya en ce su discípulo Aristóteles, en quien vemos una perspectiva más empírica con respecto a su maestro. La mayoría de sus reflexiones dentro del ámbito del análisis de la sociedad y el Estado se encuentran en su obra “La Política”, de donde se extraerían numerosas ideas y concepciones que vendrían a integrar el pensamiento sociológico  y ciencias políticas futuras.

Para Aristóteles no es concebible ni deseable una democracia en sentido estricto, pues el poder ha de residir en manos de clases superiores, cuya riqueza, formación de mejor calidad y mayor tiempo libre -sin preocupaciones como las de mantener a una familia o sobrevivir- harían de los individuos situados más arriba en la pirámide social las personas más aptas para poder gobernar con plena dedicación y sin distracciones. Se trata de un planteamiento fundamentalmente aristocrático. De hecho, en orden de mejor a peor de acuerdo con el criterio del gobierno:

1. Monarquía: Forma de gobierno en la que la jefatura del Estado reside en una persona, un rey o una reina, cargo habitualmente vitalicio al que se accede por derecho y de forma hereditaria.

2. Aristocracia: Clase social formada por las personas que poseen títulos nobiliarios concedidos por el rey o heredados de sus antepasados.

3. Democracia: Sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes.

En la edad media los preceptos platónicos perdurarán durante la Edad Media en buena medida moldeados y reinterpretados de acuerdo con el dogma del Cristianismo. Podemos encontrar un enfoque similar al descrito en  los análisis realizados en obras como “La Ciudad de Dios” de Santo Agustín o en la doctrina de Santo Tomás de Aquino; siendo Dios pues, el creador de la naturaleza humana, de la cual resultan las sociedades y el Estado, éstos dos últimos encuentran -como es frecuente- su fuente y su justificación en la propia divinidad. Una suerte de “orden divino” de las cosas.

Con el renacimiento cambia radicalmente la perspectiva que versa sobre el hombre y el mundo que lo rodea. El ser humano se aleja del determinismo clásico tornándose, por primera vez, un ser capaz de decidir y de tomar las riendas de su propio destino.
En esta manera de pensar y vivir consiste pues en una mezcla entre racionalidad y espiritualidad y vive en una concepción análoga del hombre como ser racional, libre y responsable que consuma su libertad mediante la elección.

La ilustración, es la etapa se inaugura en Inglaterra durante el siglo XVII pero alcanza su máximo esplendor con su extensión y desarrollo en Francia durante el siglo XVIII que desembocará en la materialización de sus preceptos -los de la ilustración se entiende- en la Revolución Francesa. Recordemos que el objetivo perseguido por buena parte del pensamiento ilustrado residía en alcanzar la Revolución Cultural mediante la potenciación de la educación.

BREVE COMENTARIO SOBRE LAS REVOLUCIONES FRANCESA E INDUSTRIAL.
Como se mencionaba anteriormente, la Revolución Francesa de 1789 constituyó la materialización de las ideas de la ilustración así como una complicación rápida de la sociedad que pasará a organizarse a partir de entonces en clases sociales, favoreciendo el nacimiento de la sociología moderna.
A partir de aquí el hombre deja de ser súbdito para adquirir el estatus de ciudadano, terminando así definitivamente con el Antiguo Régimen. El poder deja de emanar de Dios y pasa al pueblo, análogamente la Iglesia queda desvinculada del poder político. Nace la Ley como herramienta reguladora del medio social.


En conclusión, el hombre en la historia, ha querido y permitido la influencia socio-antropológica, con el fin de renacer a su ser supremo, para conocer, experimentar y vivenciar, algo que no se han podido explicar, si Dios es el ser supremo y él porque del origen del mundo.

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