¿Un santo hablando de derechos?
La persona y obra de Fray
Bartolomé de las Casas (1484-1566) se nos presenta en nuestro tiempo
estrechamente ligada a la teoría y práctica de los derechos humanos. Bartolomé
de las Casas fue el defensor de los indios y, por ende, defensor de los
hombres, de todos los hombres, de todos los oprimidos en todos los tiempos y en
todos los lugares. Defenderá sus derechos como seres humanos, personas
racionales y libres, y luchará por conseguir para ellos la dignidad, la
libertad, la justicia, preservar su cultura, su tierra y sus bienes.
Fue una persona, que lucho por el
bien de la humanidad, en espacial por los indios, desterrados, emigrantes,
exiliados, en fin el de todos quien veía que sus derechos eran nulos, este
peculiar Fray, mostrando una visión de la antropología filosófica, la
hermenéutica y en especial de los derechos humanos, muestra como todos somos
iguales no importa nuestros orígenes sino antes bien le preocupaba, que el
mismo hombre es el cáncer de sí mismo porque no buscamos sino en ser superiores
a los demás y no realmente al quien lo necesita, mirar una ayuda o una palabra de
aliento, hacer valer realmente quién soy y no lo que las otros entes
esclavizadores querían hacerme parecer.
La Declaración Universal de los
Derechos Humanos, 1948, ha adquirido un progresivo reconocimiento y presencia
en la conciencia de los hombres, en los ordenamientos jurídicos de los Estados,
y en las políticas de los gobiernos, pero sigue planteándose como el gran
desafío para el futuro de la humanidad: el garantizar todos los derechos
humanos para todos los seres humanos, puesto que la humanidad es una, como ya
argumentara Bartolomé de Las Casas. En el desarrollo de los derechos humanos se
han diferenciado tres etapas –tres generaciones-, además de la denominada
“generación cero”, que está referida a ese largo pasado de tradiciones
religiosas, filosóficas y culturales, que recogen las aspiraciones de dignidad,
libertad, justicia y felicidad del ser humano.
Ese espíritu humanista, demuestra
que aunque presentamos una revolución humanista “anticuadas” ese espíritu
humanista, ha sido el derróchelo para que nosotros hoy en día estemos luchando por buscar el bien de la sociedad y
más hoy en día, cuando realmente, también vemos cuantas personas pasan y dañan
nuestros derechos y especial hoy en dia, nuestros “desgraciadamente” nuestros
gobernantes, esas personas, que en buscar mejoramiento de la sociedad, lo único
que han hecho es destruir y descomponer con algo que se llama Ideología (sea
cuales sea), solo y el simple hecho de tener a esa minoría comiendo bien,
pasándola bien, mientras que nosotros los que realmente anhelamos que respeten
nuestros derechos, nos están distorsionando, con una "palmadita" en la espalda
todo está bien y ahí sí en elecciones somos importantes, pero cuando suben al
poder ni la palabra nos dan, es triste y lamentable que un gobierno del sistema
capitalista, el más corrupto, con carencia de ética, no busca la verdadera
Utopía, uno que sea en donde todos busquemos el bien de todos y aunque la
conciencia moral sea distinta sea mejor nuestra ayuda.
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